Arꢁculo original | Original arꢀcle  
326  
Rev Argent Cir 2021;113(3):326-341 - hꢀp://dx.doi.org/10.25132/raac.v113.n3.1582  
Experiencia inicial en hepatectomías videolaparoscópicas  
Iniꢀal experience in laparoscopic liver resecꢀons  
Pablo Barros Scheloꢀo1,2 , Enrique Orꢁz , Leonardo Montes1 , Pablo Romero2 , Sanꢁago Almanzo1 , Pablo  
2
1
1
1
Farinelli , Diego Ramisch , Gabriel Gondolesi  
1
. Hospital Universitario RESUMEN  
Fundación Favaloro.  
Buenos Aires. Argenꢀna. Antecedentes: La cirugía hepáꢀca videolaparoscópica ha experimentado un importante desarrollo; sin  
2
.- Sanatorio IPENSA, embargo, la mayoría de las hepatectomías conꢀnúan haciéndose por vía convencional.  
Hospital Universitario Objeꢀvo: presentar la experiencia y aplicabilidad de hepatectomías videolaparoscópicas.  
Integrado a la Facultad  
de Ciencias Médicas,  
Material y métodos: análisis retrospecꢀvo de pacientes someꢀdos a una hepatectomía entre agosto  
de 2010 y diciembre de 2019. Analizamos variables preoperatorias, intraoperatorias y posoperatorias.  
Universidad Nacional de  
Para evaluar la aplicabilidad, se dividió la muestra en: Etapa 1: agosto de 2010 a diciembre de 2013;  
La Plata.  
Etapa 2: enero de 2014 a diciembre de 2016, Etapa 3: enero de 2017 a diciembre de 2019.  
Buenos Aires. Argenꢀna  
Resultados: de 385 hepatectomías realizadas, 119 fueron videolaparoscópicas: 53 (44%) fueron to-  
talmente laparoscópicas, 64 (54%) mano-asisꢀdas y 2 híbridas. La aplicabilidad global fue 31%. En la  
Los autores declaran no etapa 1: 23% , en la 2: 30% y en la 3: 44% (p < 0,05). Fueron patología maligna en la etapa 1: 36%,  
tener conflictos en la 2: 67% y en la 3: 72% (p < 0,05). Hepatectomías mayores: 13%, 31% y 32% en etapas 1, 2, y 3,  
de interés.  
respecꢀvamente (p < 0,05). El índice de conversión fue 12%, 0% y 11%, respecꢀvamente (p NS). Se  
Conflicts of interest  
uꢀlizó clampeo pedicular en: 6%, 5% y 45%; (p < 0,05). Las complicaciones en la etapa 1 fueron 30%,  
None declared.  
en la 2: 28% y en la 3: 17%, siendo complicaciones Dindo-Clavien III o más, el 6%, 13% y 5%, respec-  
vamente, p NS.  
Correspondencia  
Correspondence:  
Conclusiones: Aa pesar de su complejidad, las hepatectomías videolaparoscópicas son técnicamente  
Pablo Barros Scheloꢁo reproducibles. Adquiriendo experiencia, podemos aumentar la aplicabilidad, a favor de la patología  
E-mail: oncológica y complejidad, sin comprometer la seguridad del paciente.  
pbarros@ffavaloro.org  
Palabras clave: videolaparoscopia, hepatectomía, resección, aplicabilidad.  
ABSTRACT  
Background: Despite laparoscopic liver resecꢀon has significantly evolved, most hepatectomies are  
performed by the convenꢀonal approach.  
Objecꢀve: The aim of this study is to present the iniꢀal experience and applicability of laparoscopic  
liver resecꢀons.  
Material and methods: We conducted a retrospecꢀve analysis of paꢀents undergoing liver resecꢀon  
between August 2010 and December 2019. Perioperaꢀve, intraoperaꢀve and postoperaꢀve variables  
were analyzed. To evaluate applicability, the sample was divided into 3 stages: stage 1, from August  
2
2
010 to December 2013; stage 2, from January 2014 to December 2016; and stage 3, from January  
017 to December 2019.  
Results: Of 385 liver resecꢀons performed, 119 were laparoscopic procedures: 53 (44%) were pure  
laparoscopic procedures, 64 (54%) were hand-assisted (64 paꢀents) and 2 corresponded to hybrid  
procedures. Global applicability was 31%. In stage 1 1: 23%, in 2: 30% and in 3: 44% (p < 0.05).  
Malignant lesions: stage 1: 36%, stage 2: 67% and stage 3: 72% (p < 0.05). Major liver resecꢀons: 13%,  
3
1% and 32% in stages 1, 2, and 3, respecꢀvely (p < 0.05). Conversion rate was 12%, 0% and 11%,  
respecꢀvely (p NS). Hepaꢀc pedicle clamping was used in 6%, 5% and 45%; (p < 0.05). Complicaꢀons  
in stage 1 were 30%, in stage 2: 28% and in stage 3: 17%, and Clavien-Dindo complicaꢀons grade 3 or  
greater were 6%, 13% and 5%, respecꢀvely, p NS.  
Conclusions: Laparoscopic liver resecꢀons are complex procedures but technically reproducible.  
Applicability increases with the acquisiꢀon of experience, not only in malignant lesions but also in  
complex lesions ensuring safety for the paꢀent..  
Keywords: laparoscopic hepatectomy, laparoscopy, applicability.  
Recibido | Received ID ORCID: Pablo Barros Scheloꢀo, 0000-0002-5045-4700; Enrique Orꢁz, 0000-0003-4922-6847; Leonardo Montes,  
0
2-11-20 0000-0001-6119-9947; Pablo Romero, 0000-0001-8862-3998; Sanꢁago Almanzo, 0000-0002-8316-3010; Pablo  
Aceptado | Accepted Farinelli, 0000-0001-8135-5767; Diego Ramisch, 0000-0002-1013-7276; Gabriel Gondolesi, 0000-0002-3869-6213.  
4-04-21  
1
Barros Scheloꢀo P y cols. Experiencia inicial en hepatectomías videolaparoscópicas. Rev Argent Cir 2021;113(3):326-341  
327  
Introducción  
abierta410. A pesar de esto, la mayoría de las hepatec-  
tomías se conꢀnúan realizando por esta úlꢀma vía. En  
Desde la Declaración de Luisville en 2008, la una reciente publicación se demostró que en Estados  
cirugía hepáꢀca videolaparoscópica ha experimentado Unidos solo el 5,4% de las hepatectomías fueron video-  
un importante desarrollo. En ese Consenso se definió laparoscópicas, variando la aplicabilidad en diferentes  
que las hepatectomías videolaparoscópicas (HVL) se centros del 4,6 al 20%; mientras que en una publicación  
pueden realizar de tres maneras: totalmente laparos- mulꢀcéntrica sudamericana la aplicabilidad alcanzó el  
cópica, mano-asisꢀda e híbrida. Además, se recomen- 28%1  
dó que los pacientes tuvieran lesiones solitarias, meno-  
1 12  
.
El objeꢀvo de este trabajo es presentar la ex-  
res de 5 cm, ubicadas en los segmentos 2 a 6 y que la periencia inicial y la aplicabilidad de las HVL en dos cen-  
seccionectomía lateral izquierda sea considerada como tros de la Argenꢀna.  
1
una prácꢀca estándar .  
Durante el segundo Consenso de HVL en Mo-  
rioka, Japón, se determinó que el principal objeꢀvo es Material y métodos  
la seguridad del paciente y se empezó a evidenciar al-  
guna superioridad de las HVL sobre la vía convencional,  
Se realizó un análisis retrospecꢀvo sobre una  
por lo que se propuso que las hepatectomías menores base de datos prospecꢀva de pacientes someꢀdos a  
sean abordadas habitualmente por videolaparoscopia hepatectomía entre agosto de 2010 y diciembre de  
y que las mayores se realicen solo en centros con gran 2019, en el Hospital Universitario Fundación Favaloro  
experiencia. También se recomendó crear un registro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Sanatorio  
de HVL, un puntaje (score) de dificultad y un sistema Ipensa, Hospital Universitario Integrado a la Facultad  
2
formal de educación para los cirujanos jóvenes .  
de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La  
Seguidamente, se publicaron las Guías de Plata. En ambas insꢀtuciones se emplearon la misma  
Southampton, donde ‒a parꢀr de evidencia cienꢂfica evaluación preoperatoria, técnica anestésica y quirúr-  
de mayor peso y la experiencia de expertos de todo el gica, cuidados posoperatorios y seguimiento de pacien-  
mundo‒ se recomendó considerar el abordaje laparos- tes. La decisión de realizar el procedimiento por video-  
cópico como una prácꢀca estándar para las lesiones en laparoscopia fue tomada por el cirujano a cargo del  
los segmentos lateral izquierdo y anteriores. Además paciente y definida en ateneo del Servicio. En la etapa  
se consideró facꢀble indicarlas en lesiones grandes, de inicial, las lesiones de más de 8 cm, cercanas a grandes  
segmentos posterosuperiores, rehepatectomías y he- vasos, con más de 2 siꢀos de resección y/o la necesidad  
patectomías en 2 ꢀempos. La existencia de estas guías de hepáꢀco-yeyuno anastomosis, fueron consideradas  
no debe ser considerada como el respaldo para reali- como contraindicación. En la actualidad, basándonos  
zar HVL sin la capacitación adecuada. Los centros que en la experiencia japonesa, solo mantenemos como  
estén interesados en desarrollarla deben implementar contraindicación, la necesidad de reconstrucción vas-  
1
3
un programa de cirugía mininvasiva, con capacitación cular o biliar .  
progresiva y solo ofreciendo las HVL a pacientes con in-  
Se analizaron variables preoperatorias (datos  
dicaciones adecuadas, de acuerdo con la adquisición de demográficos, indicación, tamaño, localización y núme-  
competencias apropiadas y se recomienda que al me- ro de lesiones, ꢀpo de hepatectomía, ꢀpo de HVL rea-  
3
nos haya dos cirujanos competentes .  
lizada, presencia de cirrosis), intraoperatorias (ꢀempo  
Las HVL son procedimientos demandantes, el quirúrgico, clampeo pedicular, procedimientos quirúr-  
lugar de trabajo es muy limitado y algunas resecciones gicos asociados, necesidad de transfusión, conversión  
requieren líneas de transección parenquimatosa cur- a cirugía convencional) y posoperatorias (complicacio-  
vas, por ello más complicadas de realizar. Las lesiones nes, ꢀempo de internación, mortalidad a los 90 días,  
que están cerca del diafragma son diꢃciles de abordar y índice de resección R0). Los pacientes con patología  
los márgenes de resección, complejos de evaluar. Una quísꢀca a los cuales se les realizó una periquistectomía  
de las mayores dificultades es el control de la hemo- o fenestración de sus quistes no fueron incluidos en el  
rragia que puede ocurrir durante la transección paren- presente estudio.  
quimatosa, el sangrado de las venas suprahepáꢀcas y/o  
La ecografia intraoperatoria se realizó median-  
cava inferior. La necesidad de equipamiento e instru- te la uꢀlización de un transductor ecográfico conven-  
mental específico es otra limitante al momento de rea- cional introducido por la laparotomía uꢀlizada para la  
lizar una HVL, más allá de la pérdida de la visión 3 D y introducción de la mano del cirujano (procedimientos  
el tacto.  
mano-asisꢀdos) o de un transductor flexible laparoscó-  
Diferentes publicaciones demostraron que las pico de 10 mm.  
HVL son, al menos, tan eficaces como las realizadas  
Las HVL fueron clasificadas según la Declara-  
1
por vía abierta en términos de morbilidad, mortalidad ción de Luisville . Se consideró una hepatectomía ma-  
y supervivencia. Además ꢀenen ꢀempos operatorios, yor si se resecaron más de 3 segmentos. Para evaluar  
pérdidas sanguíneas y estadías hospitalarias menores la complejidad de la hepatectomía se uꢀlizó el grado de  
2
que los que presentan los pacientes operados por vía complejidad de Iwatae .  
3
28  
Barros Scheloꢀo P y cols. Experiencia inicial en hepatectomías videolaparoscópicas. Rev Argent Cir 2021;113(3):326-341  
El clampeo pedicular fue realizado mediante pacientes), con una mediana de 30 minutos (11-90).  
maniobra de Pringle intermitente, con 15 minutos de En 41 (34%) HVL se realizaron procedientos quirúrgi-  
clampeo y 5 minutos de reperfusión. En todos los casos cos asociados: colecistectomía 19 (46,4%), colectomía  
se realizó de manera extracorpórea. Se consideraron 5 (12,2%), vaciamiento ganglionar 5 (12,2%), eventro-  
R0 las resecciones que tuvieron un margen mayor de plasꢂa 4 (9,8%), destechamiento de quistes 3 (7,3%),  
1
mm.  
ALPPS 1 (2,4%), resección del diafragma 1 (2,4%), re-  
Las complicaciones fueron clasificadas según sección de vena cava 1, (2,4%), exploración de vía biliar  
Dindo-Clavien. Consideramos complicaciones mayores 1 (2,4%) y reimplante de uréter 1 (2,4%).  
las que fueron superiores al ꢀpo III .  
1
4
La mediana de ꢀempo operatorio fue 240 mi-  
Para evaluar la aplicabilidad se efectuó un aná- nutos (40-530). En 11 hepatectomías se requirió tran-  
lisis dividiendo arbitrariamente la muestra en tres eta- fusión de glóbulos rojos (9,2%), con una media de 1 +  
pas:  
0,6 unidades.  
Se convirꢀeron a cirugía convencional 9 pa-  
cientes (7,6%): 3 por sangrado, 3 por dificultad en la  
transección parenquimatosa, 1 por mayor número de  
Etapa 1: agosto de 2010 a diciembre de 2013  
Etapa 2: enero de 2014 a diciembre de 2016  
Etapa 3: enero 2017 a diciembre de 2019  
En el caso de patología maligna, no se muestra lesiones, 1 por adherencias por hepatectomía previa y  
la supervivencia, ya que no es el objeꢀvo del trabajo.  
Las variables conꢀnuas se expresaron como:  
1 por cercanía a la vena cava.  
En 29 casos se presentaron complicaciones  
media con desvío estándar (DS) o mediana y rango en- posoperatorias (24%), siendo 9 de ellas complicaciones  
tre paréntesis. Las variables categóricas se expresan mayores (8%).  
como N y/o porcentajes. Para comparar los resultados  
se empleó las pruebas de Chi cuadrado, la prueba de tes): uno por tromboembolismo pulmonar al 3 día del  
Fischer y/o T de Student. El análisis estadísꢀco se reali- posoperatorio y otro paciente portador de cirrosis y  
zó con el programa IBM SPSS Saꢀsꢀc 25 ®.  
La mortalidad a los 90 días fue 1,7% (2 pacien-  
er  
miastenia grave, que durante el primer mes desarrolló  
complicaciones secundarias a su cuadro neurológico.  
Ambos fueron por patología maligna.  
La mediana de internación fue 3 días (1-14), la  
mediana de días en Unidad de Terapia Intensiva (UTI)  
Resultados  
En el período analizado se realizaron 385 he- fue 1 día (0-7). Quince HVL no requirieron internación  
patectomías. De ellas 119 fueron HVL. La aplicabilidad en UTI (13%).  
global fue del 31%. El 44% fueron hepatectomías to-  
El 97% de las HVL por patología maligna  
talmente laparoscópicas (53 pacientes), el 54% mano- (70 de 72) tuvo márgenes negaꢀvos (R0).  
asisꢀdas (64 pacientes) y el 2% (2) híbridas.  
La aplicabilidad global fue 31% (119 de 385); se  
El 60% fueron de sexo femenino (70 pacien- obser que en la etapa inicial fue 23% (33 de 143), en  
tes). La edad media fue 54 + 16 años.  
la segunda: 30% (39 de 132) y en la úlꢀma: 44% (47 de  
Se realizaron 72 HVL por patología maligna 108): p < 0,05.  
(
61%), 44 (36,5 %) por patología benigna y 3 casos  
Al analizar la patología maligna tratada tuvi-  
mos un incremento estadísꢀcamente significaꢀvo en  
(
2,5%) fueron donantes vivos para trasplante hepáꢀco.  
Los pacientes tratados por patologías malig- las diferentes etapas: p < 0,05, mientras que la presen-  
nas presentaban: metástasis colorrectales 44 (37%), cia de cirrosis no mostró diferencias (Tabla 1).  
hepatocarcinoma 10 (8,4%), metástasis no colorrec- Con respecto a la complejidad de las hepatecto-  
tales no neuroendocrina 7 (5,9%), colangiocarcinoma mías, cuando comparamos la etapa 1 con la 3 observa-  
intrahepáꢀco 5 (4,2%), tumores de vesícula 5 (4,2%) y mos un incremento significaꢀvo: p < 0,05. Sin embargo,  
hemangioendotelioma 1 (0,8%). Los casos de patología al analizar el grado de complejidad de Iwatae y la nece-  
benigna fueron: adenomas 10 (8,4%), hiperplasia no- sidad de resecciones múlꢀples en las diferentes etapas,  
dular focal 10 (8,4%), quiste simple 7 (5,9%), heman- estas no arrojaron significación estadísꢀca(Tabla 2).  
gioma 5 (4,2%), quiste hidaꢂdico 3 (2,5%), poliquistosis  
(2,5%), liꢀasis intrahepáꢀca 3 (2,5%), hamartoma 1 sión, la maniobra de Pringle y el ꢀempo quirúrgico en  
0,8%), granuloma 1 (0,8%), infección 1 (0,8%), linfoma las tres etapas. Solamente se observa que la realización  
(0,8%), y 3 donantes vivos (2,5%). de la maniobra de Pringle aumentó significaꢀvamente  
Se realizaron 31 HVL mayores (26%) y 88 me- en la úlꢀma etapa: p < 0,05.  
nores (74%). Según los criterios de Iwatae, el 60% fue- En relación con las complicaciones, detecta-  
En la tabla 3 se muestran el índice de conver-  
3
(
1
ron de dificultad intermedia o baja (72 pacientes) y el mos que ‒a pesar de haber una disminución a la mitad  
4
1
0% de dificultad avanzada o experta (47 pacientes); en la úlꢀma etapa‒ la diferencia no fue significaꢀva. En  
13 fueron primeras hepatectomías (95%) y en 6 casos cuanto a las complicaciones mayores, tampoco se ob-  
re-hepatectomía (5%). En el 7,6% se realizaron sobre servó diferencia estadísꢀca entre las etapas (Tabla 4).  
hígados cirróꢀcos (9 pacientes).  
En la tabla 5 se analizaron los ꢀempos de inter-  
Se uꢀlizó maniobra de Pringle en el 21% (25 nación en UTI y total, sin hallar diferencias significaꢀvas.  
Barros Scheloꢀo P y cols. Experiencia inicial en hepatectomías videolaparoscópicas. Rev Argent Cir 2021;113(3):326-341  
329  
TABLA 1  
Discusión  
Incidencia de patología maligna y cirrosis  
A pesar del desarrollo que han tenido las HVL,  
hoy en día la mayoría de estas se abordan mediante  
cirugía convencional. La aplicabilidad de las HVL varía  
mucho, como lo demostró el trabajo publicado por Pe-  
kolj y col. en diferentes centros quirúrgicos de Sudamé-  
Etapa 1  
n=33  
Etapa 2  
n=39  
Etapa 3  
n=47  
p
Patologia maligna (n, %) 12 (36)  
Cirrosis (n, %) 2 (6)  
26 (67)  
34 (72)  
p < 0,05  
2 (5)  
5 (11)  
NS  
1
2
rica . Esto puede deberse a diferentes factores, como  
la experiencia quirúrgica, la infraestructura de los cen-  
tros hospitalarios, aspectos económicos, etc. Nuestra  
aplicabilidad global fue 31%. Si tenemos en cuenta la  
úlꢀma etapa, fue del 44%. En el año 2015, Pekolj y col.  
publicaron su experiencia inicial de 109 HVL, lo que re-  
presenta el 9% de las hepatectomías realizadas en su  
TABLA 2  
Complejidad de las hepatectomías videolaparoscópicas (HVL)  
Etapa 1  
n=33  
Etapa 2  
n=39  
Etapa 3  
n=47  
p
HVL mayores (n, %)  
4 (13)  
12 (32)  
16 (41)  
6 ± 2,5  
5 (13)  
15 (32) p < 0,05*  
1
5
insꢀtución . Posiblemente, el hecho de haber comen-  
zado nuestra experiencia a fines del año 2010, cuando  
la técnica quirúrgica estaba desarrollada y pulida, sea  
la causa de la diferencia en la aplicabilidad. El estudio  
INSTALL (Internaꢀonal Survey on Technical Aspects of  
Laparoscopic Liver Resecꢀon) fue la primera encuesta  
internacional a gran escala de las HVL. Demostró que  
solo en un tercio de los hospitales estadounidenses la  
aplicabilidad fue mayor del 40%, y que fue muy inferior  
+
Iwatae avanzado  
9
(27)  
5,1 ± 2,4  
(9)  
22 (47)  
6,4 ± 2,4  
8 (17)  
NS  
NS  
NS  
(
n, %)  
Iwatae (media, DS)  
Resecciones múlꢀples  
3
(
*
n, %)  
Etapa 1 vs. 3  
TABLA 3  
1
6
en el resto del mundo .  
Se aconseja comenzar a realizar HVL con le-  
siones únicas, pequeñas y ubicadas en los segmentos  
Variables intraoperatorias: ꢀempo de cirugía,  
uꢀlización de maniobra de Pringle e índice  
de conversión a cirugía convencional  
1
,3  
Etapa 1  
n=33  
Etapa 2  
n=39  
Etapa 3  
n=47  
anteriores . Cherqui y col. presentaron su experiencia  
inicial mostrando que todas de las resecciones rea-  
p
Tiempo operatorio min  
mediana, r)  
240 195 240  
17  
lizadas estaban ubicadas en segmentos anteriores .  
p < 0,05*  
(
(100-570) (90-480) (40-490)  
Además, sugieren que quien realice HVL deberá tener  
experiencia previa en cirugía hepáꢀca y en videolapa-  
roscopia. Nuestra experiencia comenzó luego de haber  
realizado cirugía hepáꢀca y videolaparoscópica abdo-  
minal compleja por más de 10 años. Tanto en Morioka  
como en Southampton, quedó demostrado que, para  
obtener resultados aceptables y seguros, es necesaria  
Pringle (n, %)  
2 (6)  
2 (5)  
0
21 (45)  
5 (11)  
p < 0,05  
p < 0,05  
Conversión (n, %)  
4 (12)  
*
Etapa 1 vs. 2  
TABLA 4  
2
,3  
Incidencia de complicaciones generales y mayores de III según el  
sistema de clasificación de Dindo-Clavien  
una progresión gradual en la complejidad de las HVL .  
En este trabajo podemos ver que la complejidad ha va-  
riado con el ꢀempo y se realizaron hepatectomías más  
complejas en las etapas 2 y 3.  
Etapa 1  
n=33  
Etapa 2  
n=39  
Etapa 3  
n=47  
p
Complicaciones  
1
0 (30)  
11 (28)  
15 (13)  
8 (17)  
NS  
NS  
La curva de aprendizaje (CA) es diferente, de-  
DC I-V (n, %)  
pendiendo no solo del lugar donde uno se desempeñe,  
de las caracterísꢀcas de los pacientes y sus tumores,  
sino también de las capacidades técnicas del ciruja-  
no, de la disponibilidad de tecnología y del momento  
en que el cirujano decida desarrollar la técnica. Está  
demostrado que la CA de los innovadores, o sea de  
aquellos cirujanos que comenzaron a desarrollar una  
técnica, es más lenta si la comparamos con la de los  
adoptadores. Uno de los primeros autores que le puso  
número a la CA fue Vigano, al publicar que es necesa-  
rio realizar 60 HVL para aumentar la magnitud de los  
Complicaciones  
2
(6)  
2 (5)  
DC + III (n, %)  
TABLA 5  
Días de internación  
Etapa 1 Etapa 2  
Etapa 3  
n=47  
p
n=33  
n=39  
UTI, días (mediana y rango)  
1 (0-4)  
1 (0-7)  
1 (0-3)  
1 (1-8)  
NS  
NS  
Total, días (mediana y rango) 3 (1-14) 1 (1-10)  
3
30  
Barros Scheloꢀo P y cols. Experiencia inicial en hepatectomías videolaparoscópicas. Rev Argent Cir 2021;113(3):326-341  
procedimientos y así mejorar los resultados técnicos. mejor. Lin y col. publicaron que la técnica laparoscópi-  
Concluye que la técnica es reproducible en centros que ca pura es para cirujanos experimentados que deseen  
realizan habitulamente cirugía hepáꢀca, pero requiere obtener mejores resultados estéꢀcos, mientras que la  
1
8
un entrenamiento específico . Tomasssini y col. des- mano-asisꢀda se asocia a mejores resultados periope-  
criben tres períodos de ꢀempo en la CA: el período 1 ratorios, siendo muy úꢀl para resecciones en hígados  
es el ꢀempo que un cirujano necesita para desarrollar cirróꢀcos, en lesiones con ubicaciones desfavorables y  
8
su experiencia inicial; el período 2, cuando el cirujano en hepatectomías de donantes vivos . Podemos agre-  
debido a la confianza y experiencia adquiridas‒ trata gar que, en nuestro medio, la técnica mano-asisꢀda es  
de realizar procedimientos más complejos, y el úlꢀmo úꢀl cuando no se dispone de ecógrafo translaparoscó-  
período, cuando se considera que la CA está finalizada. pico, uꢀlizando la incisión del acceso manual para la  
Sosꢀenen que después de 50 casos, el cirujano pue- realización de la ecograꢃa. Geller y col. publicaron un  
de tener la “experꢀcia” (combinación de experiencia análisis de pareado por puntajes de propensión (Pro-  
y pericia) necesaria para reducir la pérdida de sangre pensity Score Matching) comparando las tres técnicas.  
durante la transección parenquimatosa, que sin lugar a Ambos procedimientos son iguales en términos de uso  
dudas es el momento más dificultoso. Consideran tam- de maniobra de Pringle, necesidad de transfusiones,  
bién que, después de 160 casos y de haber realizado morbilidad e índice de resección R0. Sin embargo, de-  
procedimientos de dificultades escalonadas, está capa- mostraron que las técnicas mano-asisꢀda y la híbrida  
citado para la realización de hepatectomías mayores y presentaron menor ꢀempo operatorio, menor pérdida  
1
9
de segmentos posterosuperiores . El ꢀempo quirúrgi- de sangre durante la hepatectomía y un menor ꢀempo  
2
3
co es una manera de evaluar la CA. Podemos observar de internación . El empleo de la técnica híbrida ha sido  
cómo, en la etapa 2, pudimos disminuir significaꢀva- escaso en nuestra serie. Sobre la base de los resultados  
mente el ꢀempo operatorio. En la úlꢀma etapa aumen- publicados en la literatura internacional, podría uꢀlizar-  
ta nuevamente, pero este cambio está relacionado con se más, sobre todo en aquellos casos que hoy conside-  
el aumento de las resecciones más complejas y de los remos como contraindicaciones, como las resecciones  
segmentos posteriores.  
hepáꢀcas que necesitan una hepáꢀco-yeyuno anasto-  
El tema de las indicaciones de las HVL no es de mosisy la reconstrucción vascular, o por la falta de insu-  
menor importancia; el hecho de operar a los pacientes mos, como pueden ser los elementos de energía.  
con un procedimiento que tenga menos complicacio-  
Sin ninguna duda, las HVL son altamente de-  
nes y cuya recuperación sea más rápida, no nos habi- pendientes de la tecnología. Es indispensable contar  
lita a su sobreindicación. En la primera revisión mun- con un buen equipo de videolaparoscopia, un insufla-  
dial de HVL, Nuyen y col. publicaron que el 45% de las dor de alto volumen, disposiꢀvos de energía y suturas  
HVL fueron por patología benigna y el 1,7 en donan- mecánicas. Todo esto hace que aumenten los costos del  
tes para trasplante hepáꢀco20,21. Posteriormente Ciria acto quirúrgico. Sin embargo, al disminuir el sangrado  
y col. publicaron otra revisión, con más de 9000 HVL, intraoperatorio, el ꢀempo de internación y las compli-  
mostrando que el 65% de las resecciones se debieron caciones quirúrgicas, los costos se equiparan9  
,24  
.
2
1
a patología maligna . Las indicaciones de resección en  
pacientes con patología benigna deben ser: pacientes  
sintomáꢀcos, crecimiento sostenido del tumor durante Conclusiones  
el seguimiento y/o presencia de dudas diagnósꢀcas. La  
evolución de nuestras indicaciones tuvo un comporta-  
Los resultados de esta serie demuestran que,  
miento similar a la hallable en la literatura internacio- pesar de su complejidad, las HVL son procedimientos  
nal: las resecciones por patología maligna aumentaron técnicamente reproducibles. La adquisición de expe-  
2
2
a medida que fue aumentando la experiencia .  
riencia permite aumentar su aplicabilidad, no solo en  
En cuanto al ꢀpo de técnica podemos ver en el patología oncológica, sino también en complejidad. El  
presente trabajo que la mayoría de las intervenciones hacerlo en la medida de la ganancia progresiva de ex-  
fueron totalmente laparoscópicas o mano-asisꢀdas. No perꢀcia, aumenta la seguridad del paciente, que debe  
existe evidencia fuerte que demuestre cuál de ellas es ser la principal recomendación.  
Discusión en la Academia Argenꢀna de Cirugía*  
Emilio G. Quiñonez: Muchas gracias, señor presidente. En pri-  
mer lugar, quiero felicitar al doctor Enrique Orꢀz por la exce-  
lente presentación y, por supuesto, al grupo de la Fundación  
Favaloro y Sanatorio Ipensa por la casuísꢀca presentada.  
Si el señor presidente me lo permite, quisiera comparꢀr con  
ustedes la experiencia del Hospital Nacional El Cruce.  
El Hospital Cruce es un hospital público de derivación, es un  
hospital de alta complejidad que inicialmente empieza sus  
*
Este texto pertenece a la desgrabación que tuvo lugar en la sesión de la Academia Argenꢁna de Cirugía, para ver la sesión completa puede  
ingresar a través del siguiente link: hꢀps://www.youtube.com/watch?v=3cLAhSx92AU  
Barros Scheloꢀo P y cols. Experiencia inicial en hepatectomías videolaparoscópicas. Rev Argent Cir 2021;113(3):326-341  
331  
acꢀvidades en el año 2008 y donde luego, en el año 2013,  
iniciamos nuestra acꢀvidad trasplantológica y dos años des-  
pués nuestra acꢀvidad en cirugía hepatopatobilliar compleja  
y trasplante.  
pregunta al doctor Orꢀz, es que nosotros tenemos desde  
hace cinco años también una residencia posbásica en cirugía  
hepatobiliar y trasplante hepáꢀco.  
Vivimos cuando revisamos nuestras series de 44 hepatec-  
tomías laparoscópicas que el 25% de la serie estaba hecha  
puramente por nuestros médicos ya cirujanos generales en  
entrenamiento para su formación posbásica.  
Claramente, hoy nadie duda de que la técnica de resección  
hepáꢀca se pueda hacer por vía laparoscópica; es una técnica  
ya considerada estándar, pero que ꢀene ‒como algunos de  
los trabajos que el doctor recién mencionara‒algunos por-  
menores y algunas cosas para tener en cuenta y básicamen-  
te ꢀene que ver con elementos disponibles para su correcta  
realización con un margen de seguridad adecuado para el pa-  
ciente, entre ellos, por supuesto, un equipo de laparoscopia,  
elementos de energía y transección de parénquima y el uso  
o no o la disponibilidad de un ecógrafo translaparoscópico.  
Este es el ejemplo de un hígado cirróꢀco que se resecó con  
la demarcación por vía laparoscópica. Todo esto es necesario  
para poder realizar el procedimiento con un margen de segu-  
ridad adecuado.  
Quisiera ahora preguntarle al doctor Orꢀz y hacerle un pe-  
queño comentario.  
Desde el punto de vista metodológico, le quería preguntar  
por qué la división en tres períodos, si este es un criterio pu-  
ramente arbitrario, o ustedes notaron en el número algún  
cambio y por eso lo dividieron.  
Mi segunda pregunta es: vi que una de las principales causas  
de resección por tumores benignos fueron hiperplasia nodu-  
lar focal; llama la atención, pues este es un tumor que, en  
general, salvo que sea asintomáꢀco, la experiencia de todos  
nosotros como cirujanos hepáꢀcos es raramente llevar a la  
cirugía; comparto plenamente que, siendo un tumor benigno,  
esto debe abordarse de acuerdo con la localización y expe-  
riencia por vía laparoscópica, pero quisiera preguntarle si les  
ha llamado la atención que es una de las indicaciones más  
importantes.  
Durante el período que va entre enero de 2015 y marzo de  
2
020 se realizaron en nuestra unidad 168 hepatectomías, de  
las cuales 44 fueron completadas puramente por vía laparos-  
cópica; esto nos habla de una aplicabilidad en nuestra serie  
en esos cinco años de trabajo de 23,9%.  
Ustedes pueden ver aquí la distribución por género y edad. La  
distribución es relaꢀvamente parecida con una mayor infre-  
cuencia en el sexo femenino; sin embargo, en aquella franja  
etaria por debajo de los cuarenta años, la frecuencia en el  
sexo femenino es un poco mayor.  
El tercer punto, la Fundación Favaloro es históricamente uno  
de los centros más importantes del país en trasplante hepá-  
ꢀco y cirugía hepáꢀca y he notado que han tenido 22 casos  
de resección por hepatocarcinomas, casi la misma canꢀdad  
que el Cruce, con menor ꢀempo y con una frecuencia mu-  
cho menor. Entonces les pregunto si es por un concepto que  
ustedes ꢀenen de que el hepatocarcinoma ꢀene grandes  
ventajas en el trasplante, cosa que comparto también, pero  
evidentemente en ꢀempos como estos o en ꢀempos previos  
al aumento de la procuración quizás la resección hepáꢀca y  
fundamentalmente la laparoscópica que ꢀene un gran valor,  
se puede uꢀlizar y con muy buenos resultados, le pregunto si  
les ha llamado la atención.  
Y, por úlꢀmo, también sabiendo que la Fundación ꢀene una  
larga historia en formación de recursos humanos en esta te-  
máꢀca, preguntaría si pudieron ver cuántos de sus pacientes  
resecados por vía laparoscópica pudieron ser intervenidos  
por médicos en entrenamiento puramente, por supuesto  
siempre supervisados como son en nuestro caso; me imagino  
como ustedes también, cuál es ese porcentaje.  
Nuevamente, felicito al doctor Orꢀz por su muy buena pre-  
sentación y a la Fundación y al Sanatorio Ipensa por la expe-  
riencia que aquí ha mostrado. Muchas gracias, señor presi-  
dente.  
Enrique Orꢀz: Muchas gracias, doctor Saco; muchas gracias,  
doctor Quiñónez.  
La primera pregunta fue con respecto a las tres etapas. Evi-  
dentemente fue arbitrario, pero lógicamente en la úlꢀma  
etapa nosotros ya veníamos evidenciando una mayor aplica-  
bilidad porque quien la desarrolla aumenta la experiencia y la  
”experꢀse”, pero fue totalmente arbitrario para poder com-  
parar las disꢀntas variables analizadas comparándolas en tres  
etapas.  
El segundo hecho, con respecto a la hiperplasia nodular fo-  
cal, es verdad. Hubo dos casos en donde los pacientes habían  
sido operados de tumores neuroendocrinos, se les diagnosꢀ-  
có una imagen hepáꢀca posteriormente y en realidad en los  
estudios no teníamos seguridad respecto de que no fuera una  
metástasis, o sea la idea fue que podía ser una metástasis de  
tumor neuroendocrino y por eso se lo abordó y el informe  
patológico después resultó hiperplasia nodular focal.  
En otro caso, en realidad fue una colecistectomía laparoscó-  
pica por patología benigna de la vesícula y, como hallazgo,  
el equipo observa una lesión al lado de la vesícula pequeña;  
bueno, como se desarrolla en un centro de cirugía hepáꢀca,  
se decidió hacer la resección simultánea. Probablemente esto  
no sería recomendado en un centro que no sea un centro de  
cirugía específica hepatobiliopancreáꢀca, pero en este caso  
se resecó y resultó ser una hiperplasia nodular focal.  
Relacionados con el hepatocarcinoma, hubo diez casos de  
hepatocarcinomas tratados por esta técnica; si no se puede  
Con respecto a las resecciones laparoscópicas por patología  
maligna corresponden al 40%; en hígados no cirróꢀcos cinco  
casos corresponden al 11% y el restante, el 48%, fueron por  
patología benigna, de los cuales el 25% fueron por tumores  
sólidos.  
Con respecto al ꢀempo quirúrgico, el promedio fue de 202  
minutos y ustedes pueden ver aquí de qué manera se fueron  
resecando esos segmentos: 27 casos fueron monosegmento,  
1
7 fueron bisegmentectomía y el resto fueron resecciones  
aꢂpicas.  
Ustedes pueden ver aquí cuáles son las distribuciones de los  
segmentos que se fueron resecando.  
Con respecto a las causas de conversión, fueron el 11,36%,  
las causas más frecuentes se registraron entre casos de san-  
grado, en un caso una falla de material por la rotura de una  
sutura mecánica y el otro caso fue por inestabilidad y de sa-  
turación.  
A lo largo del ꢀempo, cuando iniciamos nuestra acꢀvidad en  
2
015 hasta la actualidad, ustedes ven cómo paulaꢀnamente  
fue creciendo pero, lamentablemente, en el año 2017 por  
cuesꢀones propias de financiamiento del hospital, no pudi-  
mos realizar prácꢀcamente hepatectomías laparoscópicas.  
Retomamos nuestra acꢀvidad en el año 2018 y, a parꢀr de  
marzo de 2020, decidimos ‒por lo que ya se ha tratado en el  
seno de esta academia‒ el empleo de laparoscopia, cesar con  
el uso y abordarlas directamente por vía abierta por la pande-  
mia que estamos viviendo.  
Con respecto a la morbilidad fueron 8 casos, en el 18% de los  
cuales hubo un paciente que estuvo en la clasificación Dindo-  
Clavien ꢀpo 5, que fue un paciente que falleció por una infec-  
ción, un peritoneo cirróꢀco que corresponde la mortalidad a  
los treinta días de un 2,27%.  
En cuanto al promedio de días de internación, fue del 1,8%  
de días de internación en terapia intensiva; a muchos de es-  
tos pacientes ‒por falta de disponibilidad de camas‒ tuvimos  
que darlos de alta directamente desde terapia intensiva para  
no perder una de las ventajas que ꢀene el abordaje laparos-  
cópico, que es la menor estadía hospitalaria. El consumo de  
hemoderivados los hemos dividido en “converꢀdas” y “no  
converꢀdas” porque prácꢀcamente los pacientes que no se  
convirꢀeron y se hicieron puramente por vía laparoscópica  
tuvieron un consumo muy bajo de hemoderivados; sin em-  
bargo, aquellos que se convirꢀeron, como mostré en el slide  
anterior, la mayoría fue por alto consumo de inestabilidad y  
por sangrado, y por eso tuvieron que ser politransfundidos.  
Un tópico importante, después voy a querer transmiꢀrle esta  
3
32  
Barros Scheloꢀo P y cols. Experiencia inicial en hepatectomías videolaparoscópicas. Rev Argent Cir 2021;113(3):326-341  
resecar, también como alternaꢀva se uꢀliza radiofrecuencia  
y, si ninguna de estas posibilidades se ꢀene, de acuerdo con  
la disponibilidad, también está la probabilidad de uꢀlizar tras-  
plante hepáꢀco.  
abierta y luego pasaron unos años y, tal como comentaron  
los autores y agradezco la mención de los trabajos, llegamos  
a cien casos y después fuimos evolucionando y vamos aquí a  
mostrarles cómo la aplicabilidad va variando de acuerdo con  
el período que se toma y eso ꢀene mucho que ver con la  
clase de pacientes que recibimos.  
Juan Pekolj: Buenas noches. En primera instancia, gracias por  
darme la oportunidad de poder parꢀcipar en la discusión y en  
el aporte de este excelente trabajo.  
Si nosotros miramos los úlꢀmos años de promedio, hacemos  
alrededor de cien hepatectomías por año con alguna oscila-  
ción en algunos años y, si ustedes se fijan cómo fue creciendo  
la indicación del abordaje laparoscópico para empezar en un  
15% en 2013 y 2019 con 39% y en estas circunstancias actua-  
les cuando tenemos que seguir trabajando; este úlꢀmo pa-  
ciente que operamos es un paciente de 83 años a quien hubo  
que hacerle la resección hepáꢀca por vía laparoscópica con  
todas las ventajas de un abordaje mininvasivoen la era COVID.  
Esta encuesta, de alguna manera aprovecho para agradecer a  
todos los autores que aportaron su experiencia y entre ellos  
a los autores del trabajo presentado hoy, claramente demos-  
tró que en Sudamérica hay al menos 51 centros que hacen  
cirugía laparoscópica y, si vamos a la aplicabilidad global, es  
del 28%, pero podemos ver una variabilidad muy importante  
entre 4% y 84% que ꢀene que ver con los datos que refirieron  
los autores de por qué las evoluciones.  
Y lo que creo que es importante es a veces correlacionar si  
queremos comparar dónde estamos con respecto a otros lu-  
gares, es tener en cuenta qué población cuenta una nación  
porque Brasil, por ejemplo, ꢀene 1326 resecciones hepáꢀcas;  
sin embargo, cuando las correlacionamos con la población,  
nos da que ꢀenen seis resecciones por millón de habitantes y  
Argenꢀna ꢀene menos resecciones y menos población y ꢀene  
un índice mayor, con lo cual yo podría decir tal vez que en  
Argenꢀna la población general está más beneficiada por el  
abordaje laparoscópico y porque tal vez esta no sería la for-  
ma de comunicar la mortalidad del COVID, que hoy está tan  
de moda, y no sabemos cómo hacerlo y si se compara con el  
mundo el lugar más desarrollado, sin lugar a dudas, es Japón  
con 157 resecciones hepáꢀcas por laparoscopia por millón de  
habitantes.  
Primero, felicito al doctor Orꢀz por la gran presentación que  
hizo y al doctor Barros Scheloꢁo por liderar esta experiencia,  
que es muy enriquecedora.  
De alguna manera trataré de dar algunos aportes de nuestra  
experiencia y dónde estamos parados en disꢀntas partes del  
mundo con esto.  
Lo cierto es que lo primero que quería remarcar es que reali-  
zar experiencias equiparables en insꢀtuciones disꢀntas da de  
alguna manera seriedad y credibilidad a lo que se ha hecho y  
lo que se hace, porque creo que uno de los grandes proble-  
mas que ꢀene la cirugía en la actualidad es que muchas veces  
las experiencias no se pueden reproducir y no se sabe si es  
por una cuesꢀón técnica, si es por disponibilidad de métodos  
o por el ꢀpo de pacientes; dado que las experiencias son muy  
equiparables es una serie que cumple con los estándares o  
está en sintonía con los estándares de la publicaciones mun-  
diales.  
Vamos a ver que tanto la indicación de la curva de aprendi-  
zaje, que creo que es un tema sumamente interesante, como  
el ꢀempo operatorio, la conversión y la morbimortalidad  
también cumplen con una serie que yo llamaría madura, lo  
mismo que los resultados oncológicos y una diaposiꢀva muy  
importante que más del 90% de los pacientes tenga un r 0,  
habla de una técnica muy bien realizada.  
En cuanto a la discusión de la maniobra de Pringles a la que  
también adscribimos, es siempre preferible clampear al pa-  
ciente que sangre; así que en sintonía total con lo que pensa-  
mos y no hay duda de que la logísꢀca en la implementación  
del programa creo que fue interesante y seguramente será  
alguna de las preguntas.  
Lo cierto que hoy uno plantea, y en este caso también, si  
hay una compulsa, si hay una separación, si hay una grieta  
que está tan de moda entre la hepatectomía abierta y la la-  
paroscópica, porque a veces creo que todas las series que se  
presentan ꢀenen un sesgo, que es un sesgo de selección y  
que es lógico.  
Entonces plantear que la imagen de la izquierda de ustedes la  
hagamos abierta y la derecha por laparoscopia, creo que sería  
hoy muy discuꢀble. Lo cierto es que uno dice: ¿por qué razón  
se elige hepatectomía abierta o laparoscópica?  
Sin embargo, algo que es muy importante es que, vamos a  
Japón que ꢀene las mejores referencias porque allí digamos  
todas las cirugías deben ser, de manera mandatoria, anuncia-  
das en un registro entonces, si no se registra la cirugía no se  
paga y, si vamos a Japón que es el país más desarrollado en  
cuanto a canꢀdad de resecciones hepáꢀcas, vemos que un  
25% de toda hepatectomía se hace por laparoscopia, es decir,  
que los números presentados por autores de este trabajo son  
realmente encomiables.  
Yo creo que la primera es la experiencia del centro, y los auto-  
res del trabajo demuestran muy bien la necesidad de combi-  
nar de alguna manera experiencia en cirugía hepáꢀca abierta  
y en laparoscopia avanzada. Por eso estos son problemas o  
son patologías que deben ser manejadas en centros de ciru-  
gía HPB y no formar parte de lo que hoy se llaman los centros  
de cirugía laparoscópica que hacen de todo un poco por lapa-  
roscopia que creo que no es lo ideal.  
Como les mostré recién, el ꢀpo de la patología es un con-  
dicionante en la selección, la disponibilidad tecnológica; el  
volumen de casos: tener cinco casos al año no nos condicio-  
na ni siquiera a intentar hacerlo por laparoscopia; el ꢀpo de  
paciente: no es lo mismo un paciente cirróꢀco que uno no  
cirróꢀco, y el nivel de entrenamiento de los cirujanos, que es  
un poco en lo que insisꢀó la presentación de la publicación de  
Southampton.  
Lógicamente, si vamos a nuestra primera publicación, hoy  
hablar de 24 resecciones hepáꢀcas por laparoscopia daría  
mucha vergüenza, pero lo cierto que esa fue la realidad en el  
año 2008, cuando hubo que vencer muchas barreras dese el  
punto de vista logísꢀco, desde el punto de vista de credibili-  
dad, porque en ese momento era imposible querer que por  
laparoscopia se podía reproducir lo que se hacía en cirugía  
Y si vamos a la presentación que hicimos en la academia,  
justamente, de la misma realidad argenꢀna, vemos que en  
Argenꢀna hay 26 centros que hacen resección hepáꢀca la-  
paroscópica y solamente 6 están en la Ciudad Autónoma de  
Buenos Aires y creo que lo que es muy interesante es que los  
líderes de esos centros de referencia, y en este caso no hace  
excepción el doctor Barros Scheloꢁo, están entre los 45 y los  
50 años, es decir, que ha cambiado la generación de cirujanos  
a cargo del manejo de la patología.  
Vemos que en la Argenꢀna la mayoría de los centros ꢀene  
menos de 50 resecciones; sin embargo, como la experiencia  
que se presentó recién ya supera los 100 casos y en Argenꢀna  
vemos que en la aplicación global es del 21% y el 50% de la  
población argenꢀna ꢀene menos del 30% de aplicabilidad en  
los disꢀntos centros, es decir, que hay una correlación total  
entre lo que muestran los autores y la realidad internacional  
y nacional, y también la primera indicación son la presencia  
de metástasis y cáncer colorrectal.  
La otra cosa que es importante y en la que los autores insisten  
también es que van creciendo las resecciones hepáꢀcas ma-  
yores en las disꢀntas tres etapas que ellos ꢀenen, pero siem-  
pre hay una predominancia de resecciones hepáꢀca menores  
porque hoy la idea es hacer cirugía preservadora de parén-  
Barros Scheloꢀo P y cols. Experiencia inicial en hepatectomías videolaparoscópicas. Rev Argent Cir 2021;113(3):326-341  
333  
quima y dentro de ellas las resecciones aꢂpicas son las más  
frecuentes.  
sivamente una transferencia en las habilidades de ꢀpo video-  
laparoscópicas, porque por un lado en los casos complejos se  
comparten algunas partes de la cirugía, por ejemplo, hay ve-  
ces en que el que queda de un lado del paciente ꢀene mejor  
accesibilidad a la transección parenquimatosa o en la uꢀliza-  
ción del argón, el disparo de las suturas mecánicas que noso-  
tros en los elementos importantes para realizar la transección  
y por supuesto que las lesiones periféricas y más chicas son  
las que se les dan como patologías de ingreso en el entrena-  
miento de los cirujanos noveles, así que muchas gracias.  
Creo que con esto completamos la comunicación.  
¿Cuáles son las limitaciones en nuestro país?  
Yo creo que de alguna manera se esbozó la organización del  
sistema de salud por pago por prestación público versus pri-  
vado.  
Los recursos, se demostró muy bien en la presentación, la ne-  
cesidad de tecnología.  
La no centralización en nuestro país, aunque ya se está ha-  
ciendo lentamente y la necesidad de entrenamiento al que  
me voy a referir a conꢀnuación.  
Sin embargo, creo que también es muy promisorio y creo que  
esta experiencia que hoy se publica y se presenta en la Aca-  
demia Argenꢀna de Cirugía es tesꢀmonio de ello, porque hay  
nuevos referentes, porque hay cirujanos bien entrenados en  
laparoscopia con formación de cirugía hepáꢀca previa, que se  
están desarrollando nuevas unidades de patologías HPB, que  
hay evidencia cienꢂfica, esto ya no es experimental, como  
nos decían a nosotros en el año 2005, y hay experiencia in-  
ternacional que nos da de alguna manera un gran apoyo y fi-  
nalmente que, seguramente al poder parꢀcipar en el registro  
americano de resección hepáꢀca, va a ser muy interesante  
que todas las declaremos.  
Manuel R. Montesinos: Hay varias preguntas y muchas feli-  
citaciones por el trabajo de muchos colegas, algunas ya han  
sido parcialmente contestadas.  
Carlos González: ¿Y si aplicaban el APC (argón plasma)?  
Enrique Orꢀz: Si, exactamente, es uno de los elementos que  
usamos. Normalmente está incorporado en el quirófano o sea  
el quirófano para la realización de esta tecnología requiere  
tener elementos de corte y coagulación ya sea armónico o del  
ꢀpo de generador de radiofrecuencias; por supuesto, ecógra-  
fo en el quirófano, por supuesto el argón o sea que sí usual-  
mente lo tenemos en el quirófano donde se hace esta cirugía.  
Pablo Sánchez y Lucio S. Uranga: ¿Uꢀlizaron en todos los pa-  
cientes o en qué porcentaje la ecograꢃa translaparoscópica?  
Enrique Orꢀz: Sí, se uꢀliza habitualmente la ecograꢃa transla-  
paroscópica. Podemos decir que el tema de la mano-asisꢀda  
a veces ꢀene que ver con la uꢀlización del ecógrafo a través  
de la mano- asisꢀda, pero en la úlꢀma etapa se ha implemen-  
tado la uꢀlización del ecógrafo laparoscópico y, por lo tanto,  
también ꢀene que ver un poco con la uꢀlización del ecógrafo  
laparoscópico, o sea en todas las hepatectomías laparoscópi-  
cas se hace ecograꢃa.  
Entonces estas son todas mis preguntas para los autores del  
trabajo y la primera es: ¿Cuáles son sus criterios actuales para  
indicar una hepatectomía en mano-asisꢀda? Ya que dentro de  
los tres ꢀpos de abordaje hechos la más frecuente que hacen  
es la mano-asisꢀda.  
Agradezco que me hayan enviado el escrito del trabajo donde  
de alguna manera plantean la necesidad de hacer una hepá-  
coyeyuno anastomosis asociada a la hepatectomía; hoy es  
una contraindicación al abordaje laparoscópico y yo no sé si  
esbozaría que tal vez el cirujano hepáꢀco hoy ꢀene que seguir  
teniendo algo de cirujano biliar y tal vez solo sea una cuesꢀón  
de ꢀempo esta contraindicación.  
Andrés F. Telleria: Quería preguntarle si han hecho cambios  
en el manejo anestesiológico y si han tenido complicaciones  
relacionadas con la hipercapnia.  
La tercera y ese es un gran tema de discusión es: ¿Cuál es la  
técnica que ellos prefieren para la sección parenquimatosa?  
Y finalmente me llamó la atención que solamente un 13% de  
sus pacientes no requirieron ir a UTI; es cierto que la terapia  
intensiva para ellos fue prácꢀcamente un solo día, pero una  
de las grandes ventajas de la cirugía laparoscópica es que ha  
caído drásꢀcamente la necesidad de terapia intensiva.  
Así que, nuevamente, agradezco la posibilidad de estar en  
esta discusión, que me hayan presentado el trabajo, y los feli-  
cito por el trabajo realizado. Muchas gracias.  
Enrique Orꢀz: En el manejo anestesiológico, uno de los pará-  
metros importantes es el tema de manejar bajas presiones,  
generalmente debajo de 4. El tema de uꢀlizar bajo PIC y el  
otro tema, el neumoperitoneo a no más de 13-14 milímetros  
de mercurio.  
Nicolas Guerrini: En relación con las hepatectomías mayores  
¿considera que la técnica laparoscópica modifica los disꢀntos  
ꢀempos del procedimiento?  
Enrique Orꢀz:Normalmente iniciamos las resecciones de las  
hepatectomías abordando primero el pedículo portal, pedí-  
culo hepáꢀco; generalmente después se hace la transección  
y después se va a las venas suprahepáꢀcas. Así que, general-  
mente, se manꢀene la secuencia que decimos igual que en  
la abierta.  
Guillermo E. Pfaffen: Felicito a los autores. ¿Cuál fue el núme-  
ro promedio de metástasis resecadas por vía laparoscópica? y  
¿Cuál es el límite que establecen para optar entre una cirugía  
ahorradora de parénquima a cielo abierto y una hepatecto-  
mía laparoscópica?  
Enr