Barros Scheloꢀo P y cols. Experiencia inicial en hepatectomías videolaparoscópicas. Rev Argent Cir 2021;113(3):326-341
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acꢀvidades en el año 2008 y donde luego, en el año 2013,
iniciamos nuestra acꢀvidad trasplantológica y dos años des-
pués nuestra acꢀvidad en cirugía hepatopatobilliar compleja
y trasplante.
pregunta al doctor Orꢀz, es que nosotros tenemos desde
hace cinco años también una residencia posbásica en cirugía
hepatobiliar y trasplante hepáꢀco.
Vivimos cuando revisamos nuestras series de 44 hepatec-
tomías laparoscópicas que el 25% de la serie estaba hecha
puramente por nuestros médicos ya cirujanos generales en
entrenamiento para su formación posbásica.
Claramente, hoy nadie duda de que la técnica de resección
hepáꢀca se pueda hacer por vía laparoscópica; es una técnica
ya considerada estándar, pero que ꢀene ‒como algunos de
los trabajos que el doctor recién mencionara‒algunos por-
menores y algunas cosas para tener en cuenta y básicamen-
te ꢀene que ver con elementos disponibles para su correcta
realización con un margen de seguridad adecuado para el pa-
ciente, entre ellos, por supuesto, un equipo de laparoscopia,
elementos de energía y transección de parénquima y el uso
o no o la disponibilidad de un ecógrafo translaparoscópico.
Este es el ejemplo de un hígado cirróꢀco que se resecó con
la demarcación por vía laparoscópica. Todo esto es necesario
para poder realizar el procedimiento con un margen de segu-
ridad adecuado.
Quisiera ahora preguntarle al doctor Orꢀz y hacerle un pe-
queño comentario.
Desde el punto de vista metodológico, le quería preguntar
por qué la división en tres períodos, si este es un criterio pu-
ramente arbitrario, o ustedes notaron en el número algún
cambio y por eso lo dividieron.
Mi segunda pregunta es: vi que una de las principales causas
de resección por tumores benignos fueron hiperplasia nodu-
lar focal; llama la atención, pues este es un tumor que, en
general, salvo que sea asintomáꢀco, la experiencia de todos
nosotros como cirujanos hepáꢀcos es raramente llevar a la
cirugía; comparto plenamente que, siendo un tumor benigno,
esto debe abordarse de acuerdo con la localización y expe-
riencia por vía laparoscópica, pero quisiera preguntarle si les
ha llamado la atención que es una de las indicaciones más
importantes.
Durante el período que va entre enero de 2015 y marzo de
2
020 se realizaron en nuestra unidad 168 hepatectomías, de
las cuales 44 fueron completadas puramente por vía laparos-
cópica; esto nos habla de una aplicabilidad en nuestra serie
en esos cinco años de trabajo de 23,9%.
Ustedes pueden ver aquí la distribución por género y edad. La
distribución es relaꢀvamente parecida con una mayor infre-
cuencia en el sexo femenino; sin embargo, en aquella franja
etaria por debajo de los cuarenta años, la frecuencia en el
sexo femenino es un poco mayor.
El tercer punto, la Fundación Favaloro es históricamente uno
de los centros más importantes del país en trasplante hepá-
ꢀco y cirugía hepáꢀca y he notado que han tenido 22 casos
de resección por hepatocarcinomas, casi la misma canꢀdad
que el Cruce, con menor ꢀempo y con una frecuencia mu-
cho menor. Entonces les pregunto si es por un concepto que
ustedes ꢀenen de que el hepatocarcinoma ꢀene grandes
ventajas en el trasplante, cosa que comparto también, pero
evidentemente en ꢀempos como estos o en ꢀempos previos
al aumento de la procuración quizás la resección hepáꢀca y
fundamentalmente la laparoscópica que ꢀene un gran valor,
se puede uꢀlizar y con muy buenos resultados, le pregunto si
les ha llamado la atención.
Y, por úlꢀmo, también sabiendo que la Fundación ꢀene una
larga historia en formación de recursos humanos en esta te-
máꢀca, preguntaría si pudieron ver cuántos de sus pacientes
resecados por vía laparoscópica pudieron ser intervenidos
por médicos en entrenamiento puramente, por supuesto
siempre supervisados como son en nuestro caso; me imagino
como ustedes también, cuál es ese porcentaje.
Nuevamente, felicito al doctor Orꢀz por su muy buena pre-
sentación y a la Fundación y al Sanatorio Ipensa por la expe-
riencia que aquí ha mostrado. Muchas gracias, señor presi-
dente.
Enrique Orꢀz: Muchas gracias, doctor Saco; muchas gracias,
doctor Quiñónez.
La primera pregunta fue con respecto a las tres etapas. Evi-
dentemente fue arbitrario, pero lógicamente en la úlꢀma
etapa nosotros ya veníamos evidenciando una mayor aplica-
bilidad porque quien la desarrolla aumenta la experiencia y la
”experꢀse”, pero fue totalmente arbitrario para poder com-
parar las disꢀntas variables analizadas comparándolas en tres
etapas.
El segundo hecho, con respecto a la hiperplasia nodular fo-
cal, es verdad. Hubo dos casos en donde los pacientes habían
sido operados de tumores neuroendocrinos, se les diagnosꢀ-
có una imagen hepáꢀca posteriormente y en realidad en los
estudios no teníamos seguridad respecto de que no fuera una
metástasis, o sea la idea fue que podía ser una metástasis de
tumor neuroendocrino y por eso se lo abordó y el informe
patológico después resultó hiperplasia nodular focal.
En otro caso, en realidad fue una colecistectomía laparoscó-
pica por patología benigna de la vesícula y, como hallazgo,
el equipo observa una lesión al lado de la vesícula pequeña;
bueno, como se desarrolla en un centro de cirugía hepáꢀca,
se decidió hacer la resección simultánea. Probablemente esto
no sería recomendado en un centro que no sea un centro de
cirugía específica hepatobiliopancreáꢀca, pero en este caso
se resecó y resultó ser una hiperplasia nodular focal.
Relacionados con el hepatocarcinoma, hubo diez casos de
hepatocarcinomas tratados por esta técnica; si no se puede
Con respecto a las resecciones laparoscópicas por patología
maligna corresponden al 40%; en hígados no cirróꢀcos cinco
casos corresponden al 11% y el restante, el 48%, fueron por
patología benigna, de los cuales el 25% fueron por tumores
sólidos.
Con respecto al ꢀempo quirúrgico, el promedio fue de 202
minutos y ustedes pueden ver aquí de qué manera se fueron
resecando esos segmentos: 27 casos fueron monosegmento,
1
7 fueron bisegmentectomía y el resto fueron resecciones
aꢂpicas.
Ustedes pueden ver aquí cuáles son las distribuciones de los
segmentos que se fueron resecando.
Con respecto a las causas de conversión, fueron el 11,36%,
las causas más frecuentes se registraron entre casos de san-
grado, en un caso una falla de material por la rotura de una
sutura mecánica y el otro caso fue por inestabilidad y de sa-
turación.
A lo largo del ꢀempo, cuando iniciamos nuestra acꢀvidad en
2
015 hasta la actualidad, ustedes ven cómo paulaꢀnamente
fue creciendo pero, lamentablemente, en el año 2017 por
cuesꢀones propias de financiamiento del hospital, no pudi-
mos realizar prácꢀcamente hepatectomías laparoscópicas.
Retomamos nuestra acꢀvidad en el año 2018 y, a parꢀr de
marzo de 2020, decidimos ‒por lo que ya se ha tratado en el
seno de esta academia‒ el empleo de laparoscopia, cesar con
el uso y abordarlas directamente por vía abierta por la pande-
mia que estamos viviendo.
Con respecto a la morbilidad fueron 8 casos, en el 18% de los
cuales hubo un paciente que estuvo en la clasificación Dindo-
Clavien ꢀpo 5, que fue un paciente que falleció por una infec-
ción, un peritoneo cirróꢀco que corresponde la mortalidad a
los treinta días de un 2,27%.
En cuanto al promedio de días de internación, fue del 1,8%
de días de internación en terapia intensiva; a muchos de es-
tos pacientes ‒por falta de disponibilidad de camas‒ tuvimos
que darlos de alta directamente desde terapia intensiva para
no perder una de las ventajas que ꢀene el abordaje laparos-
cópico, que es la menor estadía hospitalaria. El consumo de
hemoderivados los hemos dividido en “converꢀdas” y “no
converꢀdas” porque prácꢀcamente los pacientes que no se
convirꢀeron y se hicieron puramente por vía laparoscópica
tuvieron un consumo muy bajo de hemoderivados; sin em-
bargo, aquellos que se convirꢀeron, como mostré en el slide
anterior, la mayoría fue por alto consumo de inestabilidad y
por sangrado, y por eso tuvieron que ser politransfundidos.
Un tópico importante, después voy a querer transmiꢀrle esta