Discursos  
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Elogio al Dr. Alejandro S. Oría  
Praise to Dr. Alejandro S. Oría  
Juan Pekolj  
En mi carácter de Secretario General de la  
Academia Argenꢀna de Cirugía, y según lo indican el  
estatuto y la tradición, voy a honrar a uno de nuestros  
Miembros disꢀnguidos, que ya no está entre nosotros.  
Elogiar significa resaltar sus virtudes, logros y méritos.  
La Comisión Direcꢀva eligió en forma unánime al Dr.  
Alejandro Salvador Oría como Miembro para elogiar  
(
Fig. 1). Este elogio representa para mí un gran desa-  
o, dada la concurrencia a esta Academia de su familia,  
amigos de la vida y de la profesión, compañeros de tra-  
bajo y discípulos.  
Primero quiero expresar mi profundo agrade-  
cimiento a todos aquellos que me aportaron informa-  
ción, anécdotas e iconograꢁa. A Inés Kalledey, su espo-  
sa; a su hija Inés, quien me demostró el profundo amor y  
admiración que siente hacia su padre; a su hijo Francis-  
co (“Pancho”). A los Dres. Carlos Selagowsky (su mejor  
amigo), Luis Chiappeꢂa Porras, Juan Álvarez Rodríguez,  
Gustavo Kohan, Carlos Ocampo, Silvia Guꢀérrez y Eduar-  
do de Sanꢀbañes, por todas sus contribuciones. De esta  
manera tuve acceso a su curriculum, a los “reprints” de  
sus trabajos, correcciones de publicaciones, escritos en  
papel y diaposiꢀvas de sus conferencias e información  
en formato digital, todos medios que me permiꢀeron  
medir y apreciar lo que fue su producción académica.  
Al Dr. Oría hay disꢀntas formas de presentarlo,  
El Dr. Alejandro S. Oría en París  
y considero oportuno mencionar las elegidas por otros  
presentadores. El Dr. Vicente Guꢀérrez, en el home-  
naje que le realizó la Academia Nacional de Medicina,  
lo describió como un modelo de cirujano académico,  
hábil en quirófano, un invesꢀgador clínico, innovador  
y docente nato. Sus compañeros, amigos y discípulos  
lo mencionan como intelectualmente brillante, sencillo  
pero contundente para comunicar, con gran espíritu crí-  
co, con notable habilidad para saber “por dónde pasa  
la cosa” y muy generoso con sus pares.  
Las referencias de su mejor amigo, el Dr. Carlos  
Selagovsky, fueron múlꢀples y muy senꢀdas, y lo descri-  
bió como alguien brillante, una excelente persona, con  
gran cultura general, realmente un hermano, con quien  
comparꢃan la pasión de la música, parꢀdas de ajedrez  
y muchos cafés. Eran de ir al cine junto con sus esposas  
todos los sábados, sí o sí.  
Puedo resumir que sus principales caracterísꢀ-  
cas eran su presencia ꢁsica, acompañada de una voz fácil  
de idenꢀficar, una capacidad innata de oratoria; era po-  
seedordeungranbagajecultural,quesinembargopodía  
llegar a contrastar con un esꢀlo de vida sencillo (Fig. 2).  
El Dr. Oría dictando una conferencia  
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. Sesión pública solemne - 22 de abril de 2015.  
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J Pekolj. Elogio al Dr. Alejandro S. Oría. Rev Argent Cirug 2015;107(2):83-7  
Su mundo profesional y personal se interrela- Nuestro homenajeado nació el 26 de sepꢀembre de  
cionaban frecuentemente. Así, la asistencia, ciencia y 1943 en la ciudad de Buenos Aires. Realizó los estu-  
docencia en su área profesional por momentos se com- dios primarios y secundarios en el recién fundado Co-  
plementaban con la literatura, la música y el arte, prin- legio Cardenal Newman, situado en avenida Belgrano  
cipales pilares de su vida personal.  
al 1500. El lema de dicho colegio es “Lucha la buena  
lucha” y seguramente fue algo que quedó grabado en  
el Dr. Oría. Se lo recuerda como un buen alumno no  
solo en la escuela primaria sino también en el secunda-  
Sus orígenes  
Sus ancestros paternos provenían de Guipúzcoa, rio, y con gran afinidad por los deportes: su pasión en  
en el país vasco, mientras que los de su madre fue- ese momento, el rugby. Jugó para el colegio tanto en el  
ron franceses. Sus padres eran argenꢀnos y portado- nivel primario como en el secundario y llegó a formar  
res de un gran nivel cultural que caracterizó a toda la parte de la primera división (Fig. 3). Jugó hasta 1962,  
familia. Su padre fue Jorge Salvador Oría, abogado de año en el que inició los estudios de medicina y cambió  
profesión, y su madre, María Emma Herbín. Eran tres la competencia deporꢀva por la lectura.  
hermanos, Jorge Luis el mayor y Magdalena la menor.  
Su formación profesional  
Inició su carrera universitaria en el año 1961,  
al ingresar en la Facultad de Medicina de la Universi-  
dad de Buenos Aires (UBA). Se graduó con diploma de  
honor en 1968. Demostró en esa etapa su alma de do-  
cente, destacándose como ayudante en las cátedras de  
Anatomía y Fisiología.  
Su formación inicial específica en cirugía la de-  
sarrolla en el Hospital Cosme Argerich de la ciudad de  
Buenos Aires, donde, bajo la tutela de los Dres. Andrés  
Santas y Clemente Morel, comienza como prerresidente  
en 1968 y finaliza en 1974 como instructor de residentes.  
Desde octubre de 1974 hasta octubre de 1975  
se desempeñó como médico residente extranjero en el  
HospitalLouisMourier, enParís, conelfindeprofundizar  
su formación en cirugía del esófago e hipertensión por-  
Alejandro S.Oría, integrando el equipo de rugby del Colegio Cardenal  
tal. El jefe de Servicio era el Dr. Jean Noel Maillard, reco-  
Newman  
nocido por el Dr. Oría como uno de sus tres mentores.  
Finalizada su formación en Francia, regresó al  
Hospital Durand de Buenos Aires, donde volvió a tra-  
bajar junto al Dr. Clemente Morel como instructor de  
residentes y luego como concurrente.  
En 1978 decidió volver al Hospital Cosme Ar-  
gerich, como concurrente bajo la jefatura del Dr. J. J.  
Fontana. Allí completó toda la carrera hospitalaria has-  
ta llegar a ocupar el cargo de Jefe de Servicio en 1994,  
posición a la que accedió por concurso. Allí se destacó  
como pionero e innovador en disꢀntas áreas de la ciru-  
gía. Pionero en introducir el concepto del uso del ultra-  
sonido en manos de los cirujanos. Por gesꢀón propia  
logró la donación de un ecógrafo al Servicio de Cirugía,  
y allí se inició dicha aplicación por todas las camadas de  
cirujanos que se formaron en su servicio (Fig. 4).  
Su interés por el páncreas, según lo refirió el  
Dr. Chiappeꢂa, surgió cuando escuchó a un cirujano  
brasileño que dio una conferencia sobre pancreaꢀꢀs,  
en la que expresó: “Pancreaꢀꢀs drenada, pancreaꢀꢀs  
curada”, y, posteriormente cuando realizó una necrop-  
sia en un paciente fallecido por pancreaꢀꢀs y encontró  
un cálculo en la vía biliar. Sus compañeros también re-  
cuerdan que fue él quien realizó la primera duodeno-  
pancreatectomía cefálica exitosa en dicho hospital.  
El Dr. Oría fue pionero en el uso de ultrasonido en manos de los ci-  
rujanos  
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Acꢀvidad docente  
Como ya referí, mientras estudiaba medicina,  
el Dr. Oría se desempeñó como ayudante en las cátedras  
de Anatomía y Fisiología de la UBA. En 1974 comienza  
su acꢀvidad docente ya como cirujano, desempeñán-  
dose en calidad de ayudante en la VI Cátedra de Cirugía.  
En 1982 accede al ꢃtulo de Doctor en Medicina; su te-  
sis, Esofagocoloplasꢀa izquierda isoperistálꢀca. Estudio  
anatómico y clínico, fue calificada como sobresaliente.  
En 1997 obꢀene el ꢃtulo de Profesor Titular en Cirugía,  
también por concurso.  
Su capacidad docente también quedó en evi-  
dencia con la publicación de dos libros. El primero,  
Avances en pancreaꢀꢀs aguda, donde expuso toda la  
experiencia de su Servicio en dicho tema, fue de lectura  
imprescindible para todos aquellos que teníamos inte-  
rés en la patología pancreáꢀca.  
La familia Oría: Francisco, Alejandro, Inés, Esteban, el Dr. Oría e Inés  
hija)  
(
El segundo libro fue la reedición de Patología  
quirúrgica de Michans, junto al Dr. Pedro Ferraina, obra  
de consulta para alumnos y residentes de cirugía.  
Vida personal  
Su vida personal está totalmente ligada a su  
esposa, Inés Teresa Kalledey, a quien conoció en un  
evento social a fines del año 1974 y con quien se casó  
en 1976.  
Comparꢀeron 40 años juntos, asisꢀendo a los  
diversos eventos sociales de las múlꢀples acꢀvidades  
académicas, viajando por el mundo y disfrutando lo te-  
rrenal: ¡comer bien, pero lo bueno; tomar bien, pero  
lo bueno!, como solían decir. Se complementaban de  
modo absoluto, y al decir de su hija Inés: “Papá no po-  
día vivir sin mamá”.  
Al momento de la entrevista para este elogio,  
su esposa no deja de expresar una gran admiración por  
su marido, y lo describe como alguien brillante, apasio-  
nado por lo que hacía y con una memoria prodigiosa.  
Escritorio del Dr. Oría  
Tuvieron cuatro hijos: Alejandro y Esteban, licenciados afinidad y pasión por la música lo llevó a ser miembro  
en Ciencias Económicas; Inés, médica gastroenterólo- del Mozarteum en la Argenꢀna, a escuchar por primera  
ga, y Francisco, próximo a recibirse de abogado. (Fig. 5). vez a Pavaroꢄ en París y cumplir su sueño de asisꢀr al  
Alejandro, porsuparte, ꢀenedoshijas:FelicitasyEmilia. Fesꢀval de Ópera en Salzburgo. Su debilidad por los via-  
Su hijo Francisco (“Pancho”) lo describe como jes se ve plasmada en las múlꢀples fotograꢁas y en la  
poseedor de una personalidad compleja e interesante, concurrencia a exposiciones arꢃsꢀcas y gastronómicas,  
por momentos diꢁcil de descifrar. ¿Serio o no? ¿Sensi- todo lo cual lo llevó a ser considerado por sus amigos  
ble o no? Lo define principalmente como una muy bue- como “el imbaꢀble” en cuanto a turismo en Francia:  
na persona. Siempre recuerda una frase que su padre ¡qué comer, en qué restaurante y en qué época del  
le decía: “El ꢀempo alcanza cuando se lo administra”. año! En sus úlꢀmos años, el interés por la fotograꢁa le  
Tampoco se olvida cuando, en el día de la final del Mun- permiꢀó canalizar toda su inquietud caracterísꢀca.  
dial de 1998, en la que se enfrentaban Brasil y Francia,  
su padre prefirió ir a verlo jugar a él un parꢀdo impor- Vida académica  
tante de fútbol, en lugar de mirar ese encuentro final  
de campeonato.  
Su acꢀvidad académica fue intensa y lo llevó a  
Entre sus hobbies estaban la música, viajar, ocupar la presidencia de la Sociedad Argenꢀna de Gas-  
leer, ir al cine y… la fotograꢁa. Su escritorio es un cla- troenterología (SAGE), de la Asociación Argenꢀna de  
ro reflejo de ello: allí es posible apreciar la colección Cirugía, de la Academia Argenꢀna de Cirugía, del Club  
completa de la obra de Mozart, por ejemplo (Fig. 6). Su de Páncreas y del Capítulo Argenꢀno de la IHPBA. Fue  
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presidente del 77.°Congreso Argenꢀno de Cirugía y fi- medio quirúrgico, y es uno de los pocos textos con re-  
nalizó su carrera académica como Miembro de número sultados negaꢀvos publicados al respecto. Expresa en  
de la Academia Nacional de Medicina.  
las conclusiones: “Este estudio falló para proveer evi-  
Fue Miembro Extranjero Titular de la Societé dencia que la intervención endoscópica precoz reduce  
Française de Chirurgie Digesꢀve y Miembro Titular de la inflamación local y sistémica en pacientes con pan-  
la Internaꢀonal Associaꢀon of Pancreatology.  
creaꢀꢀs aguda liꢀásica y obstrucción biliopancreáꢀca”.  
Asimismo fue muy reconocido por sus pares, Esta publicación cambió definiꢀvamente el manejo de  
quienes lo eligieron como Maestro de la Medicina Ar- esa patología a nivel mundial (Fig. 7).  
genꢀna y Cirujano Maestro.  
Fue Director de la Revista Argenꢀna de Cirugía  
Fue acreedor de múlꢀples premios: recibió el y promotor de su edición en formato electrónico. Hoy  
del Hospital Argerich como prerresidente. Otros pro- esta publicación goza de buena salud en el formato por  
vinieron de la AMA, la Fundación Quinquela Marꢃn, él propuesto y seguramente estaría muy contento de  
SAGE, UBA, SAR, Asociación Argenꢀna de Cirugía y Aca- ver, como ilustración de tapa, diversas pinturas relacio-  
demia Nacional de Medicina.  
Sus temas de discusión preferidos eran el pán-  
nadas con la cirugía.  
Plasmó su preocupación por la realidad de las  
creas, el cirujano general, la superespecialización, la publicaciones referidas a cirugía, en su discurso al asu-  
calidad de las publicaciones, el diseño cienꢃfico de los mir la Presidencia de la Academia Argenꢀna de Cirugía.  
trabajos y “hacer objeꢀvo lo subjeꢀvo“.  
Allí trató de correlacionar las presentaciones cienꢃficas  
Su pasión por lo asistencial (el páncreas) la y sus discusiones, con la cirugía general y la superespe-  
pone en evidencia en su Relato del Congreso Argen- cialización. Al respecto remarcó: “…queda claro, enton-  
ꢀno de Cirugía de 1989, Adelantos en el diagnósꢀco y ces, que el éxito de la Academia depende de la calidad  
tratamiento de la patología biliopancreáꢀca, que com- de los trabajos y del interés de las discusiones”, “...las  
parꢀó con los Dres. Juan José Fontana y Julio Diez. Él discusiones de estos trabajos se han empobrecidoˮ, “…  
desarrolló la sección “Patología pancreáꢀca benigna”, tampoco en las revistas extranjeras vemos aquellas dis-  
donde describió el valor de la ecograꢁa en el manejo de cusiones inteligentes y agudas”. Luego buscó explicar la  
dicha patología y el papel de las imágenes para conocer anꢀnomia Cirujano general vs. Superespecialista y ex-  
la evolución de las complicaciones de la pancreaꢀꢀs. presó que lo que está sucediendo con la cirugía actual  
Como conclusiones principales, el Dr. Oría destacó que “En realidad, no son simplemente cambios, sino que la  
los métodos por imágenes permiten conocer la historia cirugía es otra”. Remarcó la necesidad de un volumen  
natural de la enfermedad, que el tratamiento en el epi- importante de pacientes para asegurar la formación  
sodio agudo de la pancreaꢀꢀs debía ser conservador y y la prácꢀca de un superespecialista. Enunció que sus  
que no tenía indicaciones la cirugía lesional (reseccio- ventajas son los excelentes resultados en cuanto a efi-  
nes pancreáꢀcas). Estos conceptos enunciados hace 25 cacia y morbimortalidad y la experiencia en el manejo  
años hoy ꢀenen vigencia total.  
de casos complejos. Su principal desventaja radica en  
Fue un gran impulsor de las acꢀvidades del el espectro limitado de su accionar en cuanto a la va-  
Club del Páncreas de la Argenꢀna y en el año 1998 llevó riedad de patologías que maneja. Finalmente, concluye  
a cabo, junto con la Dra. Silvia Guꢀérrez como secreta- que en la Academia hay una disociación entre el ꢀpo de  
ria, la Reunión de Consenso sobre Pancreaꢀꢀs Aguda, presentaciones (generales o especializadas) y el ꢀpo de  
con la parꢀcipación de gastroenterólogos, radiólogos, asistentes (generales y especialistas), que a veces se  
terapistas y cirujanos.  
combinan sin el alineamiento deseado en las sesiones,  
Su pasión por publicar y la metodología para lo que lleva a la pérdida de interés, menor concurren-  
hacerlo eran evidentes. En una publicación al respecto cia y parꢀcipación de los miembros. A ello le sumó la  
recordó palabras de Gregorio Marañón: “Escribir es un explosión bibliográfica y la explosión tecnológica, que  
deber moral del médico. Ningún médico puede alegar intensifican la falta de parꢀcipación en las acꢀvidades  
que no sabe escribir, ya que si aprendió a hablar, tam- de la Academia. Y concluyó: “El propósito es que la  
bién puede aprender a escribir”.  
Academia siga siendo el máximo foro para la discusión  
Entregarle un trabajo para su corrección era cienꢃfica de trabajos quirúrgicos”. Este enunciado re-  
un desaꢁo, y se debía estar emocionalmente preparado presenta el principal desaꢁo para la actual Comisión  
para la devolución. Pero así también enseñaba y así se Direcꢀva y las que se consꢀtuyan en el futuro.  
aprendía.  
Cuando accede al siꢀal N.° 20 de la Acade-  
Su capacidad para la escritura se vio plasmada mia Nacional de Medicina, pronuncia una de sus más  
en más de 100 publicaciones (“papers”), 2 libros y 11 brillantes conferencias. En la primera parte de ella se  
capítulos de libros.  
refiere a la influencia del maestro y si era conveniente  
Un trabajo prospecꢀvo y aleatorizado, que pu- tener uno o varios mentores. Expresó que contar con  
blicó en Annals of Surgery de 2007 sobre el papel de un solo maestro ꢀene sus riesgos, y esa situación po-  
la papilotomía endoscópica en la pancreaꢀꢀs aguda, día parangonarse a ser como un árbol frondoso con  
es una clara muestra de su capacidad para desarrollar ramas que llegan hasta el suelo, que no dejan entrar la  
un trabajo. Parꢀó de una hipótesis muy discuꢀda en el luz solar y solo permiten que crezcan cosas poco signifi-  
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cantes como los musgos y hongos (“El árbol de Ramón  
y Cajal”). Destacó su suerte de haber contado con tres  
mentores, situación que le permiꢀó aprender aspectos  
diferentes de cada uno de ellos. Así, refiere que del Dr.  
Andrés Santas aprendió lo que es la organización de un  
Servicio de Cirugía, del Dr. Clemente Morel la fisiopato-  
logía y clínica quirúrgica y del Dr. J. Maillard, el futuro  
de las especialidades y la técnica quirúrgica.  
En la otra sección de la conferencia, el Dr. Oría  
se refirió a la evolución y desarrollo de la cirugía, y fue  
entonces cuando hizo gala de su bagaje cultural. Así in-  
cluyó en ella a Ramón y Cajal, Claude Bernard, Stefan  
Zweig, Anaxágoras, Aristóteles, Leriche, Leonardo da  
Vinci, Molière, Schopenhauer, Oscar Wilde, Gregorio  
Marañón y Fauré, entre otros. ¡Solo él era capaz de  
interrelacionarlos y conocer qué expresión emplear  
para referirse a cada uno de ellos! Así expresó: “…las  
nuevas especialidades quirúrgicas se han converꢀdo  
hoy en lo que ya Marañón veía como edificios en rápido  
crecimiento”, “…la progresiva desaparición del cirujano  
general, una crisis de la salud pública que requiere una  
solución urgente”.  
Portada de uno de sus trabajos en Annals of Surgery  
Otras conferencias recomendables para leer o  
escuchar son: “La publicación en revistas de impacto”,  
“La cirugía en la pintura”, “Diez consejos para ser un ci-  
rujano exitoso”. Algunas de ellas están disponibles con  
el audio de la voz inconfundible del Dr. Oría en la página  
web Sección Congresos de la Asociación Argenꢀna de  
Cirugía.  
De izquierda a derecha: Dres. Juan Álvarez Rodríguez, Luis Chiappeꢂa  
Porras, Néstor Hernández, Alejandro Oría y Hugo Zandalazini  
Alejandro Oría: un cirujano que dejó huella en la me-  
dicina  
en todos estos años (Fig. 8). Tan así es que la semana  
pasada dos discípulos suyos presentaron aquí, en la  
Este fue el ꢃtulo de una nota editorial en el Academia, una comunicación donde usted es coautor:  
diario La Nación del 12 de diciembre de 2014 al refe- “1000 duodenopancreatectomías cefálicas”.  
rirse al fallecimiento del Dr. Oría y hacer un resumen  
Como lo expresó el Dr. Vicente Guꢀérrez, la  
de su trayectoria. Había fallecido el 17 de noviembre vida del Dr. Oría estuvo dedicada a los demás: a su fa-  
de 2014 como consecuencia de un tumor cerebral, en milia, a los pacientes, a los alumnos, a los médicos resi-  
la tranquilidad de su hogar acompañado por Inés, su dentes, a los discípulos, a los cirujanos argenꢀnos, a la  
esposa y compañera incondicional, y sus hijos.  
invesꢀgación cienꢃfica…  
Dr. Oría, lo recordaremos como un líder de la  
Yo aquí me permito expresarme como si estu-  
viera frente a nuestro elogiado. Le diría: ¡Dr. Oría, usted cirugía argenꢀna. Un líder absoluto para los jóvenes,  
no ha sido el árbol de Ramón y Cajal! Usted fue un árbol que llegó a disꢀntas posiciones por méritos propios y  
robusto y frondoso, que dejó entrar los rayos del sol capacidad, y no como resultante de una interna.  
para que sus compañeros y discípulos crecieran a la par Muchas gracias, Dr. Oría, por todo lo que nos enseñó  
suya. Hoy ellos son el fiel reflejo de lo que usted semb y dejó.  
Referencias bibliográficas  
1
2
.
.
Guꢀérrez V. Acta 3217 Academia Nacional de Medicina. 27 de  
5. Oría A. Boleꢃn de la Academia Nacional de Medicina, 2008;  
noviembre de 2014.  
86(2):213-225.  
Fontana JJ, Oría A, Diez J. Relato: Adelantos en el diagnósꢀco y  
tratamiento de la patología biliopancreáꢀca. Rev Argent Cirug.  
6. Oría A, Kohan G. Cómo escribir un trabajo cienꢃfico y publicarlo.  
PROACI módulo 4. Buenos Aires: Editorial Médica Panamericana;  
2010.  
1
989, Número extraordinario.  
3
4
.
.
Oría A. Rev Argent Cirug. 2005;88:5.  
7. Oría A, Cimmino D, Ocampo C, et al. Early Endoscopic Intervenꢀon  
versus Early Conservaꢀve Management in Paꢀents with Acute  
Gallstone Pancreaꢀꢀs andBiliopancreaꢀc Obstrucꢀon. A Rando-  
mized Clinical Trial. Ann Surg. 2007; 245: 10-7.  
Oría A. Boleꢃn de la Academia Nacional de Medicina. 2008;  
8
6(2):61-86.